Perder o chão. Você já perdeu o chão? Perder a rosca, o caminho de casa? Eu costumava desprezar os otimistas, os que faziam mensagens de esperança e otimismo no meio do caos. Quando perdi o chão percebi, não imediatamente depois, mas depois de pastar a grama que o diabo plantou na minha vida, que aquele caos era, afinal, antes de qualquer coisa, meu. Genocídios, canalhas e gente estúpida que se mantém escrupulosamente ignorante existem, não nego. Mas suspeito que sempre existiram e continuarão existindo. Resta decidir onde investir as cada vez mais parcas energias: nessa gente miserável ou na gente outra, humana e interessante; nessa música ridícula que ocupa as telas e fones de ouvido de tanta gente ou na música que me inspira e me alegra a alma. Quando perdi o chão descobri que não dava conta de tanto lixo e ruindade. Não dava e não dou. Não dou conta desse mundo que querem me empurrar pela tela do computador. Melhor fechar as telas e ouvir Liliana Herrero:
Confesión del Viento
El viento me confió cosas
Que siempre llevo conmigo
Me dijo que recordaba
Un barrilete y tres niños
Que el sauce estaba muy débil
Que en realidad él no quiso
Que fue uno de esos días
Que todo es un estropicio
Me dijo que los pichones
A veces de apresurados
Caen al suelo indefensos
Y él no consigue evitarlo
Me habló de arenas de agosto
De cartas de enamorados
Del humo en las chimeneas
Del fuego abrazando el árbol
Iba quebrado de culpa
Y seguía confesando
En su lomo de distancias
No cabalgaba ni un pájaro
Era un fantasma ese viento
Un alma en pena penando
Y en ese telar de angustias
Tejió sus babas el diablo
Me dijo que recordaba
Que en realidad él no quiso
A veces de apresurados
Un barrilete y tres niños
Me habló de arenas al cielo
Y chimeneas al piso
De cartas de enamorados
Que todo es un estropicio
Era un fantasma ese viento
Tejió sus babas el diablo
Iba quebrado de culpas
Y no consigue evitarlo
En ese telar de angustias
El fuego abrazando el árbol
El sauce estaba muy débil
Y seguía confesando
Le pregunté por las chapas
Del techo de los de abajo
Dijo el hombre ha de luchar
Para conseguir los clavos
En vez de hincarse a rezar
Para olvidar sus quebrantos
O de sentarse a esperar
Regalos eleccionarios
Me sorprendió la respuesta
Pero no quise atajarlo
Pues cuando lleva razón
Vaya, quién quiere pararlo
El viento me confió cosas
Que siempre llevo conmigo
Me confió cosas
Que siempre llevo conmigo
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