Juan e seu irmão Severiano |
Cuando se fue a la Cristiada, el cura de mi
pueblo dejó su biblioteca en la casa porque nosotros vivíamos frente al curato
convertido en cuartel y, antes de irse, el cura hizo toda su mudanza. Tenía
muchos libros porque él se decía censor eclesiástico y recogía de las casas los
libros de la gente que los tenía para ver si podía leerlos. Tenía el índex y
con ése los prohibía, pero lo que hacía en realidad era quedarse con ellos
porque en su biblioteca había muchos más libros profanos que religiosos, los
mismos que yo me senté a leer, las novelas de Alejandro Dumas, las de Victor
Hugo, Dick Turpin, Buffalo Bill, Sitting Bull. Todo eso lo leí yo a los diez
años, me pasaba todo el tiempo leyendo, no podías salir a la calle porque te
podía tocar un balazo. Yo oía muchos balazos. Después de algún combate entre
los federales y los cristeros había colgados en todos los postes. Eso sí, tanto
saqueaban los federales como los cristeros. (Vital: 2004, 36)
A Cristiada foi um levante de grupos católicos contra as reformas do governo de Plutarco Elías Calles [o laicizante de um é o anti-clérico do outro]. Lá fora as balas, os saques e os corpos pendurados pelo pescoço nos postes; ali dentro a literatura.
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