Ramón Lopez Velarde é considerado pelos próprios mexicanos o precursor da poesia moderna no México. Morreu com apenas 31 anos em 1921 e seu poema “La suave patria” se transformou em uma espécie de hino nacionalista – uma contradição em termos principalmente se pensarmos que López Velarde vai ser canonizado pela revolução mexicana tendo sido ele um católico conservador [veja no próprio poema em questão a referência ao correio de Chuan]. Como deixa clara a abertura do seu poema mais famoso, seu patriotismo não tem nada de estridente; é um épico em surdina, uma evocação íntima, discreta, profundamente pessoal. São excelentes também os poemas memorialistas de López Velarde, dignos de Drummond na sua evocação de erotismo infantil e culpa, por exemplo, no famoso “Mi prima Agueda”.
La suave patria – Proemio
Yo que solo canté de la exquisita
Partitura del íntimo decoro,
alzo hoy la voz a la mitad del foro,
a la manera del tenor que imita
la gutural modulación del bajo,
para cortar a la epopeya un gajo.
Navegaré por las olas civiles
con remos que no pesan, porque van
como los brazos del correo chuan
que remaba la Mancha con fusiles.
Diré con una épica sordina:
la Patria es impecable y diamantina.
Suave Patria: permite que te envuelva
en la más honda música de selva
con que me modelaste por entero
al golpe cadencioso de las hachas,
entre risas y gritos de muchachas
y pájaros de oficio carpintero.
La suave patria – Proemio
Yo que solo canté de la exquisita
Partitura del íntimo decoro,
alzo hoy la voz a la mitad del foro,
a la manera del tenor que imita
la gutural modulación del bajo,
para cortar a la epopeya un gajo.
Navegaré por las olas civiles
con remos que no pesan, porque van
como los brazos del correo chuan
que remaba la Mancha con fusiles.
Diré con una épica sordina:
la Patria es impecable y diamantina.
Suave Patria: permite que te envuelva
en la más honda música de selva
con que me modelaste por entero
al golpe cadencioso de las hachas,
entre risas y gritos de muchachas
y pájaros de oficio carpintero.
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