
SUITE BRASILEIRA – Poemas aéreos
                                    A Francisco S. Espejel
                                    A Julián Nava Salinas
PRIMERA VEZ
     Desde el avión,
     vi hacer piruetas a Río de Janeiro
     arriesgando el porvenir de sus puestas de sol.
 
     Se ponía de cabeza
     sin derramar su bahía.
 
     Y en la lotería de sus isletas
     ganaba y perdía.
 
     El cielo se llenaba de automóviles
     y de sombra a las 12 del día.
 
     El Pão de Açúcar era un espantapájaros
     soberbio, de lógica y fantasía.
 
     Las palmeras desnudas
     andaban de compras por la Rúa D'Ouvidor.
 
     De pronto la ciudad
     entró en espiral
     junto con el avión,
     lo mismo que 300 kilates de diamantes
     en el embudo de un buen corazón.
 
     Al bajar,
     tenía yo los ojos azules
     y agua de mar dentro del corazón.
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